Todos los cuentos infantiles tienen su moraleja. Entre princesas, brujas y manzanas envenenadas, se esconde siempre una pequeña enseñanza sobre valores. El pedagogo Jorge Mackinnon asegura que los valores que enseñan estos cuentos no sólo se encuentran al final de la narración sino durante toda la historia. Por eso, promueve un sistema educativo basado en los cuentos tradicionales. Se titula: Para ser feliz educando en valores.
El éxito de este sistema se basa en algo tan viejo como los cuentos, haberlo adaptado a un sistema educativo en valores porque el niño a través de los cuentos se trabaja al niño. Se trata de un sistema educativo revolucionario. Los más pequeños asumen el valor del esfuerzo, de la honradez y de la obediencia mediante las explicaciones que los profesores hacen de los cuentos, las actividades y las metas que les proponen.
Las metas que se les van fijando a los niños van de acuerdo a lo que se está tratando en el cuento. Al niño lo que le lleva el cuento es a vivir los valores. Por ejemplo, en el cuento popular de los tres cerditos se ve cómo el trabajo bien hecho, el esfuerzo en las cosas pequeñas y la laboriosidad valen la pena a pesar del cansancio. O cómo el cuento de Pinocho enseña que decir siempre la verdad, aunque cueste, te hace una persona valiente.
El objetivo es forjar el carácter del niño en el cuidado de las cosas pequeñas. Con actividades y frases muy sencillas y aplicado a cada una de las materias. No es sólo educar para sacar buenas notas en el colegio sino también en la vida, para hacer de los niños de hoy unas personas de principios, personas de conciencia, personas valiosas.
1 comentario:
Tenemos dos hijas, y mientras eran pequeñas siempre las hemos educado con cuentos, y realmente esto les ha permitido desarrollar muchas habilidades. Tienen una capacidad abstracta formidable y mucho cuidado de los detalles (necesito un babero, jejeje).
Lo recomiendo.
Gracias y bendiciones
Publicar un comentario