lunes, 12 de octubre de 2009

Educar con cuentos.

Todos los cuentos infantiles tienen su moraleja. Entre princesas, brujas y manzanas envenenadas, se esconde siempre una pequeña enseñanza sobre valores. El pedagogo Jorge Mackinnon asegura que los valores que enseñan estos cuentos no sólo se encuentran al final de la narración sino durante toda la historia. Por eso, promueve un sistema educativo basado en los cuentos tradicionales. Se titula: Para ser feliz educando en valores.

El éxito de este sistema se basa en algo tan viejo como los cuentos, haberlo adaptado a un sistema educativo en valores porque el niño a través de los cuentos se trabaja al niño. Se trata de un sistema educativo revolucionario. Los más pequeños asumen el valor del esfuerzo, de la honradez y de la obediencia mediante las explicaciones que los profesores hacen de los cuentos, las actividades y las metas que les proponen.

Las metas que se les van fijando a los niños van de acuerdo a lo que se está tratando en el cuento. Al niño lo que le lleva el cuento es a vivir los valores. Por ejemplo, en el cuento popular de los tres cerditos se ve cómo el trabajo bien hecho, el esfuerzo en las cosas pequeñas y la laboriosidad valen la pena a pesar del cansancio. O cómo el cuento de Pinocho enseña que decir siempre la verdad, aunque cueste, te hace una persona valiente.

El objetivo es forjar el carácter del niño en el cuidado de las cosas pequeñas. Con actividades y frases muy sencillas y aplicado a cada una de las materias. No es sólo educar para sacar buenas notas en el colegio sino también en la vida, para hacer de los niños de hoy unas personas de principios, personas de conciencia, personas valiosas.

viernes, 18 de septiembre de 2009

No todos somos John Wayne.


Don Antonio Orozco hace un interesante análisis de la situación actual de la enseñanza en España a propósito de la autoridad y su ejercicio en el aula. En su artículo de hoy de nuestro sitio recomendado arvo.net (pinchar acá)

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“Hasta el Rey de España se ha visto obligado a salir en defensa de la autoridad de los profesores de los centros de enseñanza. Hay un clamor popular por la indefensión que sufren maestros y maestras ante las incesantes agresiones de alumnos y alumnas. Y, por si fuera poco, de padres y madres de alumnos y alumnas. Tan es así que incluso el Gobierno de la Nación tiembla por tan profunda crisis, que se viene a sumar a la económica y moral del país. La moral la nombro yo. Pocos se atreven a hacerlo. Prefieren hablar de valores o algo así, que también es cierto. Podría haber crisis económica sin crisis moral, porque la economía no depende solo de la moral. También podría haber un nivel económico alto, con nivel moral bajo, algún caso se da. Lo cierto es que esta crisis casi global que en España profundiza día a día se debe a que «algo huele a podrido en España», como diría hoy aquí Shakespeare”.
“Aquí se ha vertido lo peor de los restos del marxismo: el colectivismo, la masificación, la igualación en la miseria en valores. Como sucede en otros países. El materialismo dialéctico encuentra su versión actual en las altas esferas gobernantes y en muchas aulas de adolescentes. Todos iguales pero unos más iguales que otros. Rebelión en la granja. Los maestros a aprender y los alumnos a enseñar lo que es bueno. Y si los maestros no quieren aprender el derecho de los alumnos a vejarles hasta la extenuación, que se atengan a las consecuencias. Al psiquiátrico. Que se encargue de ellos la Seguridad Social. Papá Estado resolverá con sopas de valium, a cargo del erario público”.
“Lo peor es que esos chicos y chicas no tienen futuro. No quieren futuro. Les han robado el futuro. Se lo han robado la LOGSE (ley de educación española), los padres y los hijos de la LOGSE. No esperan nada. Viven en un presente irreal. ¿Irreal? Sí, irreal, porque ¿puede ser real un presente sin futuro? (…) Bien decía Julián Marías que el hombre es un ser futurizo. Está en su ser el deslizarse o ser en tensión hacia el futuro. Lo cual equivale a interesarse por el futuro, a vivir el presente en relación, al menos implícita, a lo que ha de venir después. Cuando el carpe diem se interpreta de modo puntual, asistimos a la llamada abolición del hombre. La existencia humana no es puntual, se extiende en el tiempo e incluso penetra la eternidad”.
“Ahora bien, para vivir como persona, el ser humano requiere un ámbito personalizante. El niño perdido en la selva no habla y a los diez o doce años ya no será capaz de aprender. El ámbito personalizante primario es la familia. Una familia débil, no digamos si inexistente, no humaniza. Una escuela caótica, desencuaderna las neuronas. La aplicación de la ley del mínimo esfuerzo conduce a la ley de la selva. Una sociedad de ignorantes genera una sociedad de esclavos, en la que se impone no la razón sino la fuerza, la demagogia, el populismo”.

“Es ilustrativo lo que cuenta Alejandro Llano en su libro Olor a yerba seca. Cuando el profesor hacía las prácticas de alférez de complemento – años 60- y había de enseñar la instrucción a reclutas analfabetos, no era posible que aprendieran al compás del consabido "un, dos; un, dos…" Era necesario calzarles un zapato y una alpargata y gritarles: "zapato, alpargata; zapato, alpargata…". La cultura, no mera información, es indispensable para pensar, para ser dueño de sí, para humanizarse y ser en verdad libre. Ahora bien, humanizarse requiere esfuerzo, lucha, espíritu de sacrificio, dirección sabia, autoridad reconocida”.
«Se dice, y acaso se cree – apuntaba Unamuno- , que la libertad consiste en dejar crecer a la planta, en no ponerle rodrigones, ni guías, ni obstáculos; en no podarla, obligándola a que tome esta o la otra forma; en dejarla que arroje por sí, y sin coacción alguna, sus brotes, y sus hojas, y sus flores. Y la libertad no está en el follaje, sino en las raíces, y de nada sirve dejarle al árbol libre la copa y abiertos de par en par los caminos del cielo, si sus raíces se encuentran, al poco de crecer, con dura roca impenetrable, seca y árida, o con tierra de muerte.»

Esperanza Aguirre (Presidenta de la Comunidad de Madrid) se ha propuesto recuperar la autoridad para los profesores que la tienen perdida. «Perdida –escribe Martín Ferrán- un poco, por su propia desidia y, un mucho, por la mala educación cívica de los alumnos -algunos asilvestrados- y la irresponsable impertinencia de los padres. La presidenta de Madrid propone una Ley de Autoridad del Profesor que, convirtiéndolos en «autoridad pública», pueda reforzar su poder en las aulas.» Muchos columnistas han aplaudido esta medida. Ciertamente, «La autoridad no se alcanza sólo con una ley –añade Ferrán-. No será suficiente que Aguirre les coloque a los profesores en la pechera una estrella de sheriff docente. En «Río Bravo», un western portentoso, Howard Hawks hace un análisis inteligente para matizar entre la potestad, la autoridad y sus símbolos. John Wayne no necesita la estrella que indica su cargo para merecer respeto y su ayudante, Dean Martin, con estrella y todo, no alcanza la autoridad hasta que no se la merece. Un profesor sin afeitar, con una camiseta playera -de las que llevan mensaje- y en chancletas difícilmente, ni con la ayuda de la Ley, obtendrá el respeto de sus alumnos y, sensu contrario, unos alumnos que no acudan al centro escolar con la disciplina puesta y el ejemplo familiar adecuado malamente aprenderán algo y se conducirán con urbanidad. Hemos de intentar volver, con ley o sin ella, a la idea del maestro y los discípulos. Hay valores permanentes.»

La estrella no hace a John Wayne, es cierto. Que yo sepa, de John Wayne no ha habido más que uno. No necesitó estrella, ni siquiera Oscar para llenar una pantalla y dominar cualquier extremo. Sólo al final de su carrera le dieron el Oscar por una película menor y –como él dijo divertido- porque se puso un parche en un ojo. Si no recuerdo mal, tuvieron que acabar con él con un balazo por la espalda. Era demasiado hombre. Hay pocos como él. Al profesor normal, acaso más aún a la profesora normal, con vocación, con profesionalidad, con interés por los alumnos, no le sobrará una estrella. Al menos por ahora.♦

martes, 18 de agosto de 2009

Tres temas.

Tomamos de nuestro recomendado http://arvo.net/ este artículo de Francisco de Borja Santamaría que fue publicado en 2007 con el título "Las tres patas de la educación"

En mi anterior aparición en esta tribuna intenté argumentar que, si se descuida la educación del carácter moral de los jóvenes, de poco servirán los esfuerzos del sistema educativo por inculcarles una mayor conciencia acerca de los asuntos públicos. Educar la dimensión ciudadana es, sin duda, algo completamente necesario, pero está abocado al fracaso, si la calidad moral de las personas decae. En ese contexto, sostuve que el mejor –aunque no el único - ejercicio de ciudadanía consiste en ser una buena persona. El problema es cómo se consigue hacer buenas a las personas. El asunto no tiene nada de novedoso –es al menos tan antiguo como la reflexión filosófica- y es claro que no hay acción educativa que lo garantice: educar en la virtud –una acción que está mediada por la personalidad y la libertad del niño o adolescente- no tiene nada que ver con construir un edificio singular o con fabricar sofisticados artilugios.

La cuestión, como digo, tiene poco de novedosa. Lo novedoso, en todo caso, es el contexto en que es preciso educar. Teniendo presente el contexto y sabiendo que no existen recetas mágicas, me ocuparé a continuación de los tres ámbitos fundamentales en los que se desarrolla la acción educativa, con el ánimo de, al menos, vislumbrar algunas claves de la educación del carácter moral, que, no lo olvidemos, es el objetivo más importante de la acción educativa.

El primer ámbito y más fundamental en el que una persona forma su carácter moral es la familia. El intenso componente afectivo de la relación familiar estructura con una fuerza irrepetible, y normalmente desde su nacimiento, el carácter de una persona. Lo que se aprende –o no se aprende- en el hogar marca, no absolutamente pero sí indeleblemente, la personalidad.

Nos encontramos aquí con la primera dificultad con la que se topa la acción formativa. Por una parte, está el problema de las familias desestructuradas, merced sobre todo al divorcio y al fenómeno de los hogares monoparentales, que va en aumento. Por otra parte, la incorporación de la mujer al trabajo y la creciente duración de los horarios laborales, hace que los niños disfruten cada vez menos de la compañía y del afecto de sus padres. Nos encontramos así con que los padres pierden muchas oportunidades de ir formando el carácter de sus hijos.

Esto no tiene fácil solución. Desde un punto de vista social se impone el esfuerzo general para fortalecer la familia y por facilitar a los hombres y a las mujeres la conciliación del trabajo con su vida familiar. Pero otra parte de la solución reside en que los padres han de mantener una clara intencionalidad educativa. Los padres han de combinar cariño y exigencia para ir moldeando –en la medida en la que esto es posible- el carácter de sus hijos. Esto quiere decir que les tienen que inculcar hábitos de orden, capacidad de esfuerzo para conseguir las cosas, dominio de sus apetencias, asertividad, actitudes de respeto y cuidado por los otros, etcétera, etcétera. Es preciso decir, porque no se suele tener en cuenta, que la acción educativa de los padres ha de comenzar el mismo día que su retoño viene al mundo.

El segundo ámbito en el que se desarrolla la formación del carácter moral es la escuela. Idealmente, la escuela actúa en este aspecto como “por delegación” de los padres. Ello significa que la escuela debe proponerse colaborar –no suplir- con la educación moral que persiguen los padres. La escuela actúa sobre el carácter moral de los alumnos, no tanto en la formación de hábitos –algo que en cierta medida también hace- cuanto en proponer un mundo coherente de valores aceptados socialmente, que contextualizan los valores que se afirman en el ámbito familiar.


Y la tercera pata de la educación, la que tal vez en este momento histórico goza de una relevancia educativa que nunca hasta ahora había sido tan fuerte, son los productos elaborados por la industria del entretenimiento. Ya advirtió McLuhan de que quien trata de encontrar las diferencias entre educación y entretenimiento, muestra su total ignorancia en ambas materias. Los niños, adolescentes y jóvenes moldean su personalidad, en gran medida, a través de lo que les entretiene.

En efecto, así como la acción educativa de los padres posee como componente principal la relación afectiva, el entretenimiento educa a través de su componente narrativo-emocional. Tengo la impresión de que en el ámbito educativo se ha tenido muy poco presente el carácter educativo –para bien o para mal- de las historias, de las narrativas que inciden en la imaginación, emociones y afectos de los niños y de los jóvenes.

Lo novedoso del contexto cultural de la última centuria es que las narraciones –a través de películas, series y programas de televisión, videojuegos, cómics, música, revistas juveniles, etcétera- se producen industrialmente y llegan masivamente a millones de niños y adolescentes. Su capacidad de incidencia es inmensa y no parece que se encuentre articulada con la labor educativa de la familia y de la escuela. Por desgracia, en muchas ocasiones los relatos que, en su conjunto, ofrece la industria del entretenimiento son todo menos educativos En mi opinión, la educación del carácter moral no se resolverá satisfactoriamente mientras los distintos responsables de la industria del entretenimiento no asuman un decidido compromiso educativo; lo cual no exige que el mundo de la ficción se pueble de historias edificantes, sino que, simplemente, su narrativa no sea dañina.

Lo que, en cualquier caso, no hay que perder de vista es que la educación del carácter moral es un objetivo educativo irrenunciable, que requiere del concurso de los padres, de la escuela y de los grandes proveedores de ficciones. El futuro de la educación es nuestro futuro.

martes, 26 de mayo de 2009

Actualización

Diferenciada. org (pincharacá) publica en su web un completo dossier de actualización en educación diferenciada. Reproducimos algunas líneas para invitarles a leerlo.
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Numerosos países de nuestro entorno se encuentran, también, con la necesidad de afrontar grandes retos en el ámbito educativo, y están estudiando medidas concretas para mejorar los sistemas de educación respectivos. En muchos casos, la educación diferenciada surge como una alternativa nueva.
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Quizás el caso más paradigmático es el éxito de cohesión social y excelencia académica obtenida al Bronx para una escuela de chicas. Nombremos, a modo de ejemplo, algunas otras de las voces que se han hecho oír en este debate.
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En Alemania, personalidades como Barbara Sommer, ministra de Educación a Renania del Norte de Westfalia, recomienda la separación de chicos y chicas en la escuela, i Heidi Simonis, diputada socialista pionera en la lucha feminista, pide ahora que se organicen escuelas sólo para chicas o, al menos, materias para ellas solas, La pedagoga feminista Lore Hoffman, de la Universidad de Kiel, ha reconocido que con la educación diferenciada se consigue que las chicas se interesen mucho más por “las típicas asignaturas de chicos, como es la informática, la química o las matemáticas, en estar las clases orientadas según sus necesidades”. De hecho, en este país está entrando con fuerza una nueva tendencia: las escuelas con educación diferenciada para a algunas asignaturas como las matemáticas, la física, la informática, la química y la biología. Incluso la revista Der Spiegel, en mayo de 2004 dedicaba 10 páginas a explicar esta tendencia, sugiriendo la educación diferenciada a las escuelas, al menos en temporadas o por materias.
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En Francia figuras destacadas de ámbitos progresistas como Dominique Schnapper19, miembro del Conseil Constitutionel et Directrice de Recherche à l’École des Hautes Études en Sciences Sociales, o Michel Fize, sociólogo, investigador del CNRS (Centro Nacional de la Recerche Scientifique), autor del libro “las trampas de la escuela mixta”, afirman que la escuela mixtas no es ni puede ser un dogma y proponen avanzar en el modelo diferenciado. El actual ministro de educación, Xavier Darcos pedía el 2003, para la escuela pública francesa: “… si algunos establecimientos, por ejemplo, encuentran que la educación de la afectividad y sexual se da mejor en grupos diferenciados por sexo. ¿Porqué no hacerlo? Investigadores como Marie Duru-Bellat, de la universidad de Dijon, reconocen que “es numerosa la búsqueda que muestra como los estereotipos de género se refuerzan en los entornos escolares mixtos, respecto a los diferenciados. L’Assemblée National aprobó el 27 de mayo de 2008, una Ley Contra la Discriminación en la que se afirma en sus artículo 2, 4 que “no es discriminación organizar las enseñanzas agrupando los alumnos en función de su sexo”.
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En Austria tenemos el Gymnasium Rahlgasse, instituto de secundaria pionero, desde su creación, en el campo de la emancipación de la mujer, y que tiene como eje la igualdad de oportunidades; su directora, Heidi Schrodt, reconoce que la investigación ha descubierto como la educación mixta frecuentemente refuerza los estereotipos de género, y resulta una desventaja para ambos sexos. Después de muchos años de promocionar la coeducación, actualmente tienen varias iniciativas en las cuales dan educación diferenciada a sus alumnos. En palabras de la directora, Heidi Schrodt: “En general, la educación mixta ha demostrado ser una gran desventaja para los dos sexos.
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En Holanda también hay voces que reclaman la posibilidad de educar separadamente niños y niñas: debido a la preocupación por el fracaso escolar y social preponderadamente masculino, la conocida revista HP_De Tjid afirmaba: “Ha llegado la hora de reintroducir cuando antes las escuelas para chicos: En una escuela diferenciada al menos se puede ofrecer a los chicos una educación que se adapte a ellos.
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En Italia, a pesar la rigidez del sistema escolar, también se plantea como una tendencia a tener en cuenta en adelante. Últimamente se han hecho eco de opiniones favorables con la educación diferenciada publicaciones como La Repubblica o Mente e cervello.
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En Suiza, el debate sobre la coeducación se abrió en 1993 a raíz de la Conferencia de Directores Cantonales de Educación. A las conclusiones finales se proponía que, para eliminar los estereotipos y atender las necesidades de las chicas, hacia falta impartir una enseñanza individualizada y diferenciada; algunos notaron que una de las ventajas de la educación diferenciada es precisamente este.
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Los países anglosajones son los más avanzados por lo que hace a la investigación sobre la educación diferenciada: ventajas de socialización, académicos, de disciplina, de igualdad de géneros. La búsqueda, a más, queda avalada por el importante número de escuelas que han optado por la educación single-sex, también la escuela pública, por tal que todos puedan acceder los ventajas de este modelo educativo.
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En Quebec, preocupados por un fracaso escolar del 30% en secundaria, se está debatiendo la necesidad de volver a un sistema de educación diferenciada; de momento se han autorizado clases separadas por sexo por tal de facilitar algunos aprendizajes como la historia, las matemáticas o la educación física. Como afirmaba el Conseil Superieur de l’Education, “la separación de sexos durante la infancia constituye una etapa esencial del desarrollo de la identidad sexual.
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La pintura del niño leyendo es de Mary Cassatt, pintora norteamericana de principios del siglo XX, discípula de Degas y conocida como una de las mejores y más auténticas muestras del impresionismo americano.

miércoles, 13 de mayo de 2009

LEONARD SAX

Desde hace tiempo seguimos con agrado las actividades del Dr. Leonard Sax, presidente de Nasspe, asociación americana que investiga, promueve y defiende el derecho de los padres a la educación diferenciada para sus hijos. Esta conferencia fue pronunciada durante su gira por España y otros países europeos en el mes pasado. Para saber más sobre Nasspe pinchar acá

martes, 28 de abril de 2009

Teddy

Tomo prestado de almudi.org este artículo estupendo. Ojalá todos los alumnos tuvieran la oportunidad de tener una maestra así y todos los maestros de un alumno semejante.

Al estar frente a su grupo de niños de quinto grado el primer día de clase, les dijo una mentira. Al igual que todos los maestros, miró a sus alumnos y les dijo que amaba a todos por igual. Pero eso era imposible, porque allí en la primera fila, hundido en su lugar, estaba un niño llamado Teddy Stoddard.
La Profesora Thompson había observado a Teddy el año anterior y notó que no encajaba con los otros niños, que su ropa estaba desarreglada y sucia y que Teddy hasta era desagradable. Hasta llegó al punto de que la Sra. Thompson se deleitaba en marcar con rojo grandes "X" o "reprobado" en grandes letras en la parte de arriba de las tareas de Teddy.
En la escuela donde enseñaba la maestra Thompson, se les requería a los maestros que revisaran los registros de los alumnos de los años anteriores. Dejó el de Teddy para el final. Sin embargo, cuando repasó su fichero, una gran sorpresa le esperaba.
La maestra de Teddy de primer grado escribió: "Teddy es un niño inteligente que siempre está sonriendo. Hace su tarea en orden y tiene buenos modales. Es una alegría estar con él".
La maestra de segundo grado escribió: "Teddy es un alumno excelente, todos sus compañeros lo quieren, pero está un poco preocupado porque su mamá tiene una enfermedad terminal y la vida en su hogar está siendo difícil".
Su maestra de tercer grado escribió: "La muerte de su mamá ha sido difícil para él. Hace lo que puede, pero su papá no le muestra mucho interés y las cosas en su hogar pronto le van a afectar si no se toman medidas".
La maestra de cuarto grado escribió: "Teddy está completamente ausente y no muestra interés en la escuela. No tiene muchos amigos y a veces se duerme en clase".


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viernes, 20 de marzo de 2009

Internet

Con la Red, más vale prevenir que curar.

Familiarizarse con el uso que hacen los hijos de las nuevas tecnologías es fundamental para evitar posibles incidencias en internet.

Normalmente son los padres los que dominan las distintas materias y los encargados de trasmitir ese conocimiento a sus hijos. Sin embargo, con las TIC —las nuevas tecnologías como internet, móvil y videojuegos— es justamente al revés, los hijos siempre van por delante. Por ello es utópico pensar que los padres pueden llegar a ser expertos en nuevas tecnologías porque los hijos han nacido en ese entorno tecnológico”, explica Ramón Salverría, director del Laboratorio de Comunicación Multimedia de la Universidad de Navarra. Las conclusiones del informe Estudio sobre hábitos seguros en el uso de las TIC por niños y adolescentes y e-confianza de sus padres, realizado por el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (Inteco) —y recogidas por este periódico en la edición de ayer—, dejan patente la desorientación que existe entre padres e hijos para solventar las incidencias que pueden surgir con las TIC, como pueden ser los virus, bloqueo del equipo informático, pornografía o la protección de los datos personales. “Sin embargo, —continúa Salverría—, aunque la mayoría de los padres no pueden llegar a ser expertos, es fundamental que no den la espalda a las nuevas tecnologías porque su experiencia de la vida y su capacidad de anticiparse a los riesgos, son muy útiles para advertir y explicar los usos convenientes que se pueden hacer de las TIC”.


Uso conveniente

Así, el profesor de la UNAV, opina que la mejor opción es seguir el clásico refrán “más vale prevenir que curar” y por ello, la recomendación principal a los padres es que se familiaricen con el uso que hacen sus hijos de las TIC. “A partir de ese conocimiento —añade Salverría—, deben plantear situaciones de riesgo e inculcar una cierta prudencia en los hijos. Por ejemplo, si se compra una webcam los menores deben tener claro que si un extraño les invita a encender la cámara, se trata de una invasión de la intimidad y que no deben aceptar este tipo de riesgos”. Por otro lado, las TIC no son sólo internet sino que también engloban el uso del teléfono móvil y las videoconsolas, de las que normalmente los padres se preocupan menos que de la Red y pueden ser igual de perjudiciales. Ahora que con la crisis de la publicidad, las televisiones emiten más telepromociones que nunca y los anuncios de descargas de politonos o juegos para el móvil se multiplican, es importante dejar claro a los menores el coste de este tipo de servicios. “Como casi todo, más allá de la tecnología, se trata de un tema de educación”, afirma Sevalarría. El estudio de Inteco, realizado con el seguimiento de 625 familiar con hijos entre 10 y 16 años, revela que los padres están cada vez más preocupados de los riesgos de internet pero desconocen los organismos y las medidas que existen para combatir estas incidencias. En el cuadro recogemos las acciones más importantes en este terreno porque, tal y como afirma el estudio “los adultos “utilizan” internet, los niños “viven” en internet”.


Para leer el artículo completo (pincharacá). Tomado de La Gaceta.es