jueves, 8 de noviembre de 2007

Trípode IV

Hace ya algún tiempo que sigo con interés un estupendo blog (pinchar acá) de una familia americana nada común. El artículo (pinchar acá) que les propongo leer hace referencia a una pregunta que recibimos con frecuencia los padres de familia numerosa: ¿Cómo lo lograron? Y la respuesta es simple y a la vez crítica: “uno a uno”.
Como decía un amigo argentino que nos enseñó temas de orientación familiar a varios matrimonios uruguayos muy jóvenes - en aquellos tiempos- nada de “¡ravioles para todos!”.
Tenemos que llegar a fondo. Los colegios, por su propia naturaleza, no llegan, al menos intencionalmente, a plantearse temas como por ejemplo la vocación de sus alumnos. Su buen actuar se limita en primer lugar -y no es poco- a colaborar con los padres en el objetivo de formar hombres libres, cristianos coherentes en el pensar, en el decir y en el actuar. En segundo lugar, procurará que estos hombres desarrollen al máximo todas sus potencialidades personales en los aspectos educacionales clásicos.
Sin embargo, los padres queremos más. Y debemos querer más. Como decíamos más arriba, buscamos que sean felices, pero no en un sentido restrictivo del término, sino en toda la amplitud del mismo.
Queremos para ellos el ciento por uno y la vida eterna, como le gustaba decir a San Josemaría
(pinchar acá). Que sean felices, es querer para ellos lo mejor. Que sepan decirle a Dios que están dispuestos a ser Santos. Con una llamada que deberán descubrir y que toca a nosotros respetar y custodiar.
Pero poner a los hijos en condiciones de libremente poder responder al llamado a la santidad que Cristo ha hecho a todos los cristianos, en el matrimonio o en el celibato, es un compromiso exigente. Somos custodios de unas joyas preciosísimas
(pinchar acá) . Se nos pedirá cuentas de los medios que hemos puesto para que las criaturas -en el sentido literal del término- confiadas a nosotros, hagan un buen uso de su libertad.

Seguiremos.

1 comentario:

mum2twelve dijo...

Gracias por su mencion. Me intereso tambien su referencia a su amigo de Argentina ya que my esposo es del sur de Argentina y el mismo viene de una familia grande, nosotros tambien tenemos mucha admiracion por santo Josemaria.