Bajo el rótulo “El velo islámico se rasga”, el Semanario Alba publica un artículo del Profesor Pedro-Juan Viladrich de notable interés: “La Generalitat de Cataluña ha obligado a una escuela de Gerona a aceptar que una niña musulmana asista a clase con el 'hiyab', el pañuelo musulmán. Ante el revuelo organizado, y la relevancia del hecho en la opinión pública, el catedrático Pedro-Juan Viladrich reflexiona en el semanario español Alba (pinchar acá) sobre el tema, al considerar que se reabre el debate sobre la legalidad, incluso constitucional, del uso del velo islámico por parte de las menores escolarizadas en el sistema educativo español”
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Se reabre el debate de la legalidad, incluso constitucional, del uso del velo islámico por parte de las menores escolarizadas en el sistema educativo español. La Generalitat de Cataluña acaba de obligar a una escuela de Gerona a aceptar que una niña vaya a clase con el hiyab, el pañuelo musulmán. Bienvenido sea este debate, porque debajo del velo hay mucho más que el rostro de una niña de Gerona en particular. Hay cuestiones mayores de madurez ciudadana y democracia avanzada. Son complejas y muy diversas. Piden aquel tipo de soluciones que se cimentan en fundamentos sólidos y duraderos, que son ricos en excelentes matices, que articulan bien el caso particular y la regla general.
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Y finaliza diciendo: La clave del asunto está más al fondo. La fe islámica no ha madurado todavía una neta distinción entre el ámbito de la fe y praxis religiosa y su autonomía respecto de lo cívico y político. Por decirlo con otras palabras, la mujer islámica siempre está velada, porque no tiene un ámbito vital para el significado religioso del velo y otro campo de su vida donde realizar los significados civiles y políticos. Todo es uno y confuso. Y dentro de esa confusión, si el velo es signo de la identidad de la mujer islámica en la unidad de lo social-político-religioso-familiar, entonces todos esos velos femeninos, por femeninos, son signos de una concepción desigual, discriminada y sometida de la mujer. Por eso la cuestión del velo no es sólo una cuestión de libertad religiosa, sino de libertad e igualdad social y civil. Espero que la Generalitat haya tenido en cuenta todo el calado y consecuencias. Espero que -conocida la exquisita preparación y finura del tripartito en estos temas- no se haya lanzado a la piscina del multiculturalismo simplón o del electoralismo demagógico.
.Teniendo en cuenta el autor y el párrafo final me pregunto: ¿Es respetuosa de la secularidad de los colegios como Monte VI la presencia del velo islámico, que no es sólo una cuestión de libertad religiosa, sino de libertad e igualdad social y civil?
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Este artículo fue tomado de mujer en construcción, blog asociado a familia en construcción
2 comentarios:
Yo soy de Ceuta, conozco bien a los musulmanes y tengo que decirte que es un pueblo al que adoro por su religiosidad que impregna todos los aspectos de su vida, por su hospitalidad,por su dedicación a la familia, me encanta Marruecos,y me entusiasma su cocina.
Una vez dicho esto, te tengo que decir que considero que los musulmanes, por lo menos los marroquies, son un mundo aparte del nuestro, ni mejor ni peor, distinto; el problema es que al venir a España quieren seguir haciendo lo mismo que en Marruecos y que los españoles traguemos con ello.
Bien es cierto que la autoridad no actúa con sentido común. Esa niña musulmana con su pañuelo en un colegio público que no tiene uniforme obligatorio, no pasa nada, en un colegio de monjas, como pasó hace poco, si, aunque sólo sea por el agravio comparativo con los otros alumnos a los que no se les permite ni un lazo que no sea del color del uniforme.
De todas maneras la cosa es mucho más complicada y exigiría mucho mas espacio para comentar, no es sólo el velo, es la clase de gimnasia y muchas cosas más. Pero contestando a tu pregunta, a un colegio como MonteVI no debería asistir una niña musulmana con velo.Es un colegio privado que tiene sus normas.
P.D. Me has dado idea para una entrada. Un saludo
Gracias María Jesús. Espero leer tu entrada.
j.a.varela
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