La enseñanza de una segunda lengua es, hoy por hoy, una suerte de axioma en cuanto a la educación primaria y media se refiere. Asisten razones de comunicación, de cultura general, de apertura hacia los demás, de índole laboral y económica, de carácter político, etc. Todas válidas y en su justa medida incuestionables.
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Sin embargo cabe hacer algunas consideraciones. Comenzaré con una anécdota de un episodio que me ocurrió hace alrededor de dos años. Lo elijo porque nada tiene que ver con Monte VI, ni con la segunda lengua que allí enseñamos, el inglés. Hacía yo de intérprete español-francés a un funcionario que venía, por razones de negocios, a una feria comercial bastante importante en Montevideo. De pronto, una señora se acerca y a voz en cuello comienza a hablar, en un mediocre francés por cierto, de su pasaje por un famoso colegio de religiosas francesas, cerrado desde la nefasta época de los años sesenta y setenta. No dejaba de alabar la cultura y civilización francesas y terminó ensalzando a Descartes, Voltaire, Rousseau, pensando agradar al huésped. Nunca pude llegar a saber bien que era lo que pensaba el francés de aquel diálogo, pero ciertamente que sonrió comprensivo cuando le comenté: “Comprenderá Ud. que el colegio del que hablaba la Sra. ya no existe más que en el anuario de sus antiguas alumnas”
Sin embargo cabe hacer algunas consideraciones. Comenzaré con una anécdota de un episodio que me ocurrió hace alrededor de dos años. Lo elijo porque nada tiene que ver con Monte VI, ni con la segunda lengua que allí enseñamos, el inglés. Hacía yo de intérprete español-francés a un funcionario que venía, por razones de negocios, a una feria comercial bastante importante en Montevideo. De pronto, una señora se acerca y a voz en cuello comienza a hablar, en un mediocre francés por cierto, de su pasaje por un famoso colegio de religiosas francesas, cerrado desde la nefasta época de los años sesenta y setenta. No dejaba de alabar la cultura y civilización francesas y terminó ensalzando a Descartes, Voltaire, Rousseau, pensando agradar al huésped. Nunca pude llegar a saber bien que era lo que pensaba el francés de aquel diálogo, pero ciertamente que sonrió comprensivo cuando le comenté: “Comprenderá Ud. que el colegio del que hablaba la Sra. ya no existe más que en el anuario de sus antiguas alumnas”
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Ciertamente, la enseñanza del francés en aquel colegio, nada tenía que ver con los principios que sostenía su ideario, al menos en el enunciado teórico. La Ilustración, aunque se estudie en el francés más puro de la Academia, si no se estudia con la necesaria ecuanimidad y espíritu crítico, no deja de lado su volterianismo anticlerical, lo afirma y enfatiza. Y te quedas sin el francés, sin el colegio y sin tus valores cristianos. Si ninguna enseñanza es aséptica, la de un idioma lo es menos.
Ciertamente, la enseñanza del francés en aquel colegio, nada tenía que ver con los principios que sostenía su ideario, al menos en el enunciado teórico. La Ilustración, aunque se estudie en el francés más puro de la Academia, si no se estudia con la necesaria ecuanimidad y espíritu crítico, no deja de lado su volterianismo anticlerical, lo afirma y enfatiza. Y te quedas sin el francés, sin el colegio y sin tus valores cristianos. Si ninguna enseñanza es aséptica, la de un idioma lo es menos.
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Con un neologismo cursi se llama a este procedimiento, la contextualización para el aprendizaje de una segunda lengua. Con claridad lo veía el hijo de un pastor anglicano cuando se vino a ofrecer como profesor de inglés a Monte VI. ¿Entiende Ud., me decía, que el aprendizaje de una lengua no es posible fuera de un contexto cultural que incluye aspectos religiosos, históricos, etc.? La Corona, la Iglesia Anglicana, los double-decker y conducir por la izquierda, eran para esta persona tan necesarios como conjugar el verbo to be en forma correcta.
Con un neologismo cursi se llama a este procedimiento, la contextualización para el aprendizaje de una segunda lengua. Con claridad lo veía el hijo de un pastor anglicano cuando se vino a ofrecer como profesor de inglés a Monte VI. ¿Entiende Ud., me decía, que el aprendizaje de una lengua no es posible fuera de un contexto cultural que incluye aspectos religiosos, históricos, etc.? La Corona, la Iglesia Anglicana, los double-decker y conducir por la izquierda, eran para esta persona tan necesarios como conjugar el verbo to be en forma correcta.
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Cuando nos cuentan que en el aeropuerto de La Habana, los letreros estaban en español y en ruso, no vemos allí una necesidad de un turismo de masas que obligara a optar por la lengua de Moscú. Se entiende que detrás se escondía –con dificultad, es cierto- el imperialismo soviético, también en lo cultural.
Cuando nos cuentan que en el aeropuerto de La Habana, los letreros estaban en español y en ruso, no vemos allí una necesidad de un turismo de masas que obligara a optar por la lengua de Moscú. Se entiende que detrás se escondía –con dificultad, es cierto- el imperialismo soviético, también en lo cultural.
Amélie Nothomb relata en « Stupeur et tremblements » su experiencia en una empresa japonesa, donde su conocimiento perfecto de la lengua, significa la inmediata ruptura de unas negociaciones. Una caucásica que habla japonés es para los que la escuchan, sinónimo de fisura en el blindaje cultural que su lengua significa.
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Lejos de mi ánimo el discutir la necesidad de manejarse cómodamente en más lenguas que la materna. Sería una carencia intelectual y práctica imperdonable en el mundo de hoy. Lo que traigo a consideración es la necesidad de preservar determinados valores culturales, históricos y religiosos que el aprendizaje de otras lenguas puede afectar, si no está adecuadamente presentado.
Lejos de mi ánimo el discutir la necesidad de manejarse cómodamente en más lenguas que la materna. Sería una carencia intelectual y práctica imperdonable en el mundo de hoy. Lo que traigo a consideración es la necesidad de preservar determinados valores culturales, históricos y religiosos que el aprendizaje de otras lenguas puede afectar, si no está adecuadamente presentado.
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Continuaremos.
Continuaremos.
3 comentarios:
No se que quieres decir con preservar valores culturales etc. Supongo que te referiras a la elección de textos, pero eso es tambien importante en el propio idioma.Yo llevé a mis hijos a un colegio inglés y a uno aleman en Madrid y he estado muy contenta y a ellos el ser bilingues o trilingues les ha favorecido muchisimo a la hora del trabajo, aparte de todo lo demás
En efecto María Jesús. Saber idiomas es imprescindible. El artículo se refiere a que este aprendizaje debe ser hecho respetando el ideario del colegio. Por eso los papás elegimos uno y no otro. Mentalidad universal pero preservando los valores cristianos.
Gracias por tu comentario.
j.a.varela
Es la primera vez que paso por tu casa, pero dejame felicitarte por lo bello y versado de la misma.
Tienes mucha razon, en estos tiempos de competitividad se necesita dominar lenguas de uso masivo, lo cual no significa discriminar las lenguas aborigenes o nativas en especial en paises de america latina, caracterizados por una pluriculturalidad linguistica y etnica realmente rica.
El estado y la comunidad en general tienen la batuta en cuanto a la educacion, eje trascendental para el desarrollo de una sociedad.
Te envio a la distancia un fuerte abrazo y bendiciones para ti y para los que en tu corazon habitan.
Atte Fernando Nerú.
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