Para sorpresa de nuestros lectores, acá estamos de nuevo con otro interesante artículo tomado de Mercatornet. Este sitio, actual, dinámico y variado, resulta de mucho interés para cuestiones relacionadas con el objetivo de este blog. Se los recomendamos vivamente (pinchar acá).
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En su famoso “marshmallow test” Walter Mischel, psicólogo de la Universidad de Stanford, les ofreció a niños de cuatro años este desafío: Si podían resistir de comerse un rico marshmallow mientras el salía por 15 minutos, les daría dos marshmallows a cada uno. Pero si se lo comían antes de su retorno, ese sería el único que comerían.
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¿Qué harían Uds. si tuvieran 4 años? Algunos de los chicos del test se los comieron en segundos. Otros lograron controlarse los 15 minutos y ganaron el segundo dulce.
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Mischel siguió estudiando a estos niños hasta que fueron adolescentes. Los que a los 4 pudieron esperar 15 minutos, eran más capaces de planificar y llevar las cosas a su término, más capaces de perseverar en las dificultades, más confiados y seguros, más capaces de manejar el stress, más capaces de concentrarse en una tarea, más exitosos académicamente, obteniendo en promedio, más de 100 puntos por arriba –en el examen de entrada a la universidad- que los niños que no pudieron esperar a la edad de cuatro años por el marshmallow.
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Este artículo que reproducimos en su versión original en inglés, es en escencia un análisis de la educación en la virtud de la fortaleza aplicada a la educación en la pureza. Pero la importancia del desarrollo de esta virtud, para la formación de la personalidad de nuestros hijos, no escapa a nadie. En estos tiempos, padres e hijos tenemos que entrenarnos en decir que no para saber decir que sí a lo que nos conviene. No es tarea fácil. Hay que saber ir contra corriente cuando hace falta. Sin voluntarismos, pero con voluntad bien formada y fortaleza que no es empecinamiento.
5 comentarios:
Juan...que bueno que has vuelto a escribir!!!!...
El relato que cuentas lo escuché en la " Escuela para Padres", que asisto cada 15 días y me llamó mucho la atención, por eso es que trato de aplicar ejemplos como ese en mi hijo de 3 años, no con los 15 minutos, pero son increibles las reacción de él frente a diferentes cosas, como le cuesta parar un poco sus impulsos...
Muy interesante!!!
Un abrazo
Peque
Muchas gracias por tu comentario Peque.
JUan
Me alegro que hayas vuelto a escribir y a remitirnos a todo lo de interesante que tenga que ver con el tema.
Educar en la fortaleza para educar en la pureza, un buen reto hoy día. Cuando se tiene madurez no es muy dificil ir contra corriente, pero ¿y en esa época de cambio, de rebeldía y de desconcierto?. Me gustaría tener una fórmula para aplicarla.
Gracias Ma. Jesús. Estoy seguro que tienes muchas buenas ideas. Y que sabes aplicarlas como corresponde.
Juan
Apreciado en Cristo Juan,
La familia es el principal formador de valores, por eso hay que potenciarla y defenderla siempre.
Gracias y bendiciones
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