sábado, 2 de febrero de 2008

Agradecimiento (2)

Retomamos el tema de los papás en casa. Cuando los novios deciden contraer matrimonio, establecen una relación con consecuencias sobre sus personas y sobre la sociedad de singular importancia. Son desde entonces dos personas vinculadas por el matrimonio, contraído con las condiciones que para su validez se establecen. Para los interesados en profundizar en estos aspectos, les recomendamos cinco entregas tituladas “Familia y Derecho Canónico” que aparecen publicadas por Don Joan Carreras en “Familia en construcción” (pincharacá)
De la misma manera que la esponsalidad “marca” a las personas mientras los dos cónyuges estén vivos, y no de manera adjetiva sino verdaderamente sustantiva, la paternidad-maternidad lo hace de manera similar, de tal manera que ya no son más Luis y Marta sino Marta y Luis esposos y padres.
(pincharacá)
Para un director de colegio a comienzos del siglo XXI, es éste un tema de reflexión obligada. La presión social sobre los matrimonios en torno a los hijos y el trabajo -tanto del padre como la madre- hace que ésta se traslade al colegio en la asunción de unos compromisos que no son los propios de su misión.
En efecto, el colegio, por definición, actúa en forma subsidiaria y por explícita delegación de los padres, en la educación formal de los alumnos. Cumple así una tarea cada vez más importante, en la medida que los conocimientos y los aprendizajes son más complejos ya que por el hecho de ser padres, tenemos muchas responsabilidades, pero no nos es dada la ciencia infusa. Pero incluso esta afirmación es relativa. Lo demuestra la cada vez mayor importancia del Home Schooling. (pincharacá) y también (pincharacá) . La inversa no es válida. La escuela ni debe ni puede ser el sustituto de la familia.
El colegio es para los padres, lo que la paraclínica para el médico. Cumple una función que afina la tarea, que ayuda al diagnóstico. Pero la última palabra la tiene el médico, según el antiguo aforismo de “la clínica es soberana”. De la misma manera quién educa es la familia, el colegio ayuda al cumplimiento de la tarea en un área que le es propia. Pero aquí también debemos decir “la familia es soberana”.

Con “explicaderas” buenas para todas las “entendederas”, le gustaba decir a San Josemaría que la familia es el principal negocio que tenemos los padres. Volviendo a las primeras consideraciones del artículo, matrimonio, paternidad y filiación, no son adjetivos, son sustantivos. Nos indican el orden que deben tener nuestras prioridades no sólo para dar cumplimiento a nuestras responsabilidades familiares sino principalmente para nuestra realización personal.

2 comentarios:

Peque dijo...

Una de las cosas, que muchos no nos han entendido, es lo relativo a la familia primero. Desde que los niños comenzaron a llegar, mi lugar fue quedarme en casa y velar por ellos...por que pensamos que el colegio es nuestro apoyo, al pilar que somos nosotros.Lo demás va después y nosotros sin dudarlo hemos tratado de hacerlo, de la mejor manera que hemos podido, pero por amor a nuestros hijos...

j.a.varela dijo...

Muchas gracias por tu comentario certero.

j.a.varela