sábado, 6 de octubre de 2007

¡A Roma!







En un día como hoy, pero hace cinco años, muchos alumnos de Monte VI viajaron a Roma. Motivo: la Canonización de San Josemaría. Era un momento difícil en Uruguay. Una corrida bancaria como no se había visto nunca en la historia del país. Sin embargo, un grupo nutrido -a escala uruguaya- pudo ir. En el colegio pasó lo que luego nos enteramos que pasó en la mayoría de los casos. Ingenio, entusiasmo, colaboración, búsquedas extraordinarias de ingresos, trabajo y sobre todo un objetivo en común. Los alumnos de cuarto de liceo, que tradicionalmente tienen un viaje de fin de cursos al exterior, decidieron que el viaje sería la Peregrinación a Roma. Y aquí se vio la generosidad no sólo de los que fueron y sus familias, sino también la de algunos que quedaron y aplaudieron la idea, aun a sabiendas que el viaje de fin de año sería de "perfil bajo". Incluso se dejaron de lado ofertas de pasajes, quizá más atractivas, pero que afectaban la compra en conjunto que beneficiaba, mediante pasajes "liberados", a personas de muy bajos recursos.
Es que Monte VI le debe mucho -¡todo!- a San Josemaría . En efecto, ya en los años cincuenta, impulsó a matrimonios, primero de España, y luego de todo el mundo, a que se tomaran muy en serio su responsabilidad primera de la educación de los hijos. Consecuencia directa de su predicación constante de la llamada universal a la santidad para todos, también para los casados. Sonaba a herejía por ese entonces. Empezaron a surgir entonces colegios, en todas partes del mundo, que dentro de su diversidad tiene en común que son promovidos por padres de familia, bajo su responsabilidad y con el objetivo de hacer realidad el derecho primigenio de los padres a la educación de sus hijos, de acuerdo a sus convicciones. La idea rezuma secularidad y aires de libertad. El éxito obtenido explica su vigencia.
Las fotos, de no muy buena calidad, tiene el valor de lo vivencial. Muchos de nuestros lectores se reconocerán en la foto de grupo. Se ve al antiguo capellán del colegio, Don Ricardo, tan querido por todos. Cote Delpiazzo y Martín Varela. Y también una foto de una familia bastante internacional que pudo reunirse en esos días inolvidables en Roma.
Para finalizar este artículo, un video clip que recuerda palabras de San Josemaría a las familias y muestra la colocación, con la presencia de Benedicto XVI, de su imagen en una hornacina exterior de la Basílica de San Pedro.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Què buena la foto con el P.Ricardo, nunca la habìa visto! Era famoso, entre otras cosas, porque en los fogones de los campamentos contaba cuentos de terror y despuès, cuando nosotros los chicos estàbamos muertos de miedo y no nos daba la nafta para volver a las carpas, èl se ponìa una capa negra y salìa a caminar lo màs pancho, sòlo por los campos.
Cuentos del P. Rovira (lo llamàbamos por el apellido) hay a millones.

martin dijo...

sisi, que buen viaje!! increíble... todavía me acuerdo, la foto con el Cote fu el 7 a la tarde en el Cmapidoglio, y la otra grupal en Loreto, despuès de una romería que hicimos con el grupo del Flama...

tanti ricordi!!