martes, 23 de octubre de 2007

Comedor II


Siguiendo con el tema del comedor del colegio, Pedro, durante muchos años Coordinador de Orientación (C.A.O.), tenía el asunto dentro del área de su responsabilidad. Ciertamente, ¿qué no cae bajo la responsabilidad del Coordinador de Orientación?. Como se lo tomaba muy en serio, hacía múltiples estudios y encuestas. Encontró muchas curiosidades, pero sólo una vez descubrió un niño al que no le gustaba el dulce de leche. No recuerdo su nombre pero es seguro que Pedro si. Fue todo un hallazgo, casi antropológico.
Me acuerdo también, que cuando estudiaba medicina –hace ya casi treinta años que me gradué- la anorexia formaba parte con la adinamia y la astenia de un triplete sugestivo de enfermedades neoplásicas. Y nada más. No muchos años después, la anorexia nerviosa pasó a ser un flagelo de la juventud, principalmente mujeres. Hoy se encuentra la anorexia en los varones, aunque con menor frecuencia. Pero los trastornos en los comportamientos de la alimentación, son hoy una entidad propia, que requiere un seguimiento muy profesional. Les recomendamos a nuestros lectores visitar la página de la Unidad de Diagnóstico y Terapia Familiar -UDITEF-
(ver) de la Clínica Universitaria de la Universidad de Navarra . Otros colegios amigos, han tomado iniciativas muy interesantes relacionadas con el cuidado de la salud, que van más allá de la simple “área protegida”. (ver)
La sintonía entre las familias y la dirección del colegio en este tema, no puede ser menospreciada. Por cierto que se trata de la urbanidad, los buenos modales y la guerra a los caprichos. Pero es un tema serio de salud. Para niñas y varones.
En el plan de lectura, habíamos incluido en aquellos tiempos un libro de la serie del "Pequeño Nicolás"
(ver) . Uno de sus amiguetes, Alcestes, era un gordo simpático que vivía con las manos llenas de mermelada por las “tartines” que le mandaba su mamá. Los maestros trabajaban este personaje en relación con los hábitos correctos de alimentación. Aprovecho para recomendarles la serie a todos los lectores. Es muy divertida. Aunque tiene un tufillo feminista que deja al papá de Nicolás bastante mal parado. No sin motivos, todo hay que decirlo.
Como vemos, también el plan de lectura caía bajo el paraguas del C.A.O. Creo que lo único que se salvaba, era la Combi del Director. Una lástima, porque precisamente allí, lo hubiera necesitado para que pagara las multas. Volveré sobre el asunto.

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