miércoles, 3 de octubre de 2007

Empanadas.

Si algo tienen en común los egresados del colegio, es su diversidad. Prueba de la validez de la propuesta educativa. Y de su capacidad de potenciar las personalidades. Profesionales de carreras liberales, deportistas, industriales, comerciantes, periodistas, músicos, pintores y también, como en el caso de este video, artistas escénicos. Para ser sinceros, tampoco hacía falta que este alumno comedor de empanadas (LOA) estudiara demasiadas artes escénicas. Su vida, desde que lo conozco, y lo conozco desde hace mucho, fue siempre una gran actuación. En todos los significados del término. Me gusta recordar cuando la mamá se desvivía para que adelgazara. Y el "gordo", llegaba al colegio con una Coca que había comprado en el kiosko de Chichita y luego, al mediodía, terminada su frugal vianda, paseaba por las mesas, tratando de que los más chiquitos le convidaran con galletitas (¿chantaje mediante...?). Muy habilidoso para el football, los vecinos lo conocían por el nombre. Y cuando comenzaban los partidos sobre el final de la tarde, se sentaban en el muro del fondo a mirar. Una vez, con un espectacular gol de chilena, se ganó la ovación de los espectadores que lo alentaban L... L... L...!!!! Y el, como quien sabe que se debe a su público, les tiraba en un teatral ademán, besos. ¡Qué grande L...! Incursionó también en el área de la producción, con un video memorable en el cual personificaba a Don Corleone y guardaba los cadáveres en los cajones de la cocina, mientras fumaba los habanos de su padre. Desde este blog, te deseamos LOA el mejor de los éxitos. Y que cuando tengas tu estrella - que ya te está esperando- en el Walk of the Fame, te acuerdes de nosotros.

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